domingo, 31 de mayo de 2009

Modelo Educativo URSE: Reflexión

No cabe duda de que en este país existe una crisis alarmante en el ámbito educativo; un problema que va más alla de la influencia negativa de una extensa red de corrupción, se trata de un cáncer cuya raíz proviene de la desidia de los propios alumnos y profesores. Existe un dicho que nos permite ver la situación en perspectiva: “Existen muchos profesionistas sin título, así cómo muchos títulos sin profesionistas”.

Para combatir esta enfermedad, un cambio radical de actitud es indispensable. En circunstancias ideales, (porque en la práctica, creo que todavía se encuentra lejos de aplicar en un 100%) el modelo educativo sugerido por la URSE es una gran alternativa a la obsoleta metodología convencional que este país ha venido utilizando en años recientes.

Un aprendizaje integral, con un enfoque basado en el fomento a los valores y destrezas prácticas sería un entorno ideal para que los alumnos desarrollasen su propio potencial. Pero para que este sistema llegue a funcionar en su totalidad, el compromiso mutuo de alumnos y profesores es la pieza vital que aún brilla por su ausencia.

Sería inadecuado de mi parte el señalar a cualquiera en este punto, ya que debo admitir que mi propio compromiso y actitud nos estuvieron a la altura de las circunstancias durante el transcurso de este semestre. Tratar de formular una justificación no es mi estilo, ya que siento que en la mayoría de los casos es sólo una forma elaborada de lanzar una excusa; simplemente di el máximo.

Sin embargo, existe una situación crítica que me quisiera señalar, y es que he observado que algunos profesores parecen haber descartado el rol de motivador, conformándose con una posición de ‘facilitadores’. El abandonar a los alumnos a su suerte y criterio ante la reciente aplicación de un nuevo modelo educativo me parece una actitud bastante contraproducente, sobre todo cuando la actitud de los alumnos no es la apropiada para desenvolverse en este nuevo entorno.

Sin embargo, a pesar de los inconvenientes y problemas reales, estoy convencido de que un modelo educativo de esta naturaleza sería ideal para poder desarrollar el máximo de mis propias habilidades. Cómo ya lo había mencionado en ocasiones anteriores, la vida profesional no me interesa realmente, para mí es sólo un recurso para llevar a cabo mis verdaderas metas; pero si he de ser un profesionista, mi compromiso es el convertirme en un profesionista de verdad: Uno guiado por principios y valores, no por la soberbia y la ambición

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo! Falto motivación, en lo demás el modelo es muy bueno, creo que de esto debemos aprender todos, los profesores a saber motivarnos, y nosotros en nuestros equipos a poder motivar a todos nuestros compañeros en este tipo de actividades

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